lunes, 10 de mayo de 2010

HASSASSIN

El sonido del teléfono me despierta, me levanto un poco asustado, tengo la cabeza diez veces mayor del tamaño normal, producto de muchos tragos ingeridos la noche anterior, he tenido una semana difícil, la cicatriz en el pecho no sana todavía y tendré que ir a comprar un gabán nuevo, gracias a un maldito que quiso clavarme un cuchillo en el pecho haciendo solo estragos en el gabán, maldito. El teléfono vuelve a sonar y me saca de mi ensimismamiento, me dirijo hacia la mesa, casi una docena de teléfonos celulares reposa sobre ella acomodados plenamente esperando que llegue la acción, siempre que recibo una llamada para algún trabajo me deshago del teléfono para no tener inconvenientes en caso de que el trabajo salga mal. En la pantalla solo aparece “numero privado” eso me agrada, es un cliente importante.

Diga.

Estoy buscando un limpiador – su voz suena gruesa casi intimidante.

¿Quién le recomendó mi trabajo? – hay muy pocas personas en las que confió ellos son mis contactos.

Fue Frank – Es suficiente para mi.

Lo escucho. – Frank es una persona de confianza siempre me consigue los mejores trabajos, nunca me ha quedado mal respecto a eso, tomo mi agenda y comienzo a tomar nota de las instrucciones que me da, mi nuevo objetivo.

Werdan Borden, se hace llamar así, lo he escuchado antes, es dueño de unos cuantos hoteles o casinos, algo así, es un sujeto con bastante dinero, eso significa que está bien protegido, diría yo que con tres o cuatro guardaespaldas y no me sorprendería que llevara algún arma encima, esa es la única información que me brinda, su nombre.

Solo eso, su nombre, es lo único que sabe – le digo perdiendo un poco la paciencia, me aprieto las sienes con la mano libre –

Según lo que me dice frank es suficiente para usted, es profesional no, el nombre es más que suficiente.- Está bien, está en lo correcto, tiene razón pero saldrá un poco más costoso.

Por dinero no hay problema, lo único que quiero es que acabe con él, acabe también con el que se meta en su camino.

Muy bien, así será – pienso seriamente la cifra que le voy a cobrar, peculiarmente cobro 5.000, pero no me esta dando mucha información del objetivo así que será un poco más, después de un incomodo silencio le digo que cobrare 10.000 por cabeza, él se sorprende al escucharme.

Está loco!! , ¡Cómo que por cabeza, solo quiero que acabe con werdan!.

Me rió ante lo que me dice – recuerde lo que me dijo “acabe también con el que se meta en su camino”, o ya lo olvidó.

Está bien, veo que es muy observador.

Es mi trabajo – le digo sin perder la calma

Está bien, está bien, que sea solo Borden.

Muy bien, estas son mis instrucciones, la mitad del pago ahora y la otra mitad cuando haya terminado el trabajo, al finalizar usted se olvidará de mi y borrará todo rastro de esta llamada, consignara los primeros 5.000 en una cuenta que le daré a continuación y los otros 5.000 los consignara en otra diferente – reviso en mi agenda el listado de cuentas bancarias activas, le daré una que no uso desde hace mucho tiempo, le digo los números de cuenta y a nombre de quién está, siempre uso nombres falsos – espero que le haya quedado claro, cuando vea que haya consignado la primera parte, comenzaré a trabajar, ah! se me olvidaba, no intente volver marcar a este numero, yo lo contactaré.

Después de finalizada la llamada apago el teléfono, lo desbarato y lo arrojo al cesto de basura, riego un poco de alcohol sobre él y le prendo fuego, veo como arde un fuego color verde producto de la batería del celular, me dirijo hacia mi sillón donde se encuentra mi computador, lo enciendo y mientras termina de cargar voy al refrigerador por una cerveza, es lo único que hay en él, cerveza, que más da, vivo solo, nunca he sentido contacto humano, eso sin contar a las chicas que les pago por lo que hacen, tomo media cerveza de un sorbo, unas cuantas gotas se derraman por mi barbilla, dejo la otra mitad en una butaca cerca de mi sillón, tomo el computador y veo que está listo y conectado a la red, ahora podré verificar si han aceptado el trato.

Me quedo pensando un momento, no logro recordar muy bien cual fue el número de cuenta que le di, maldita sea, reviso mi agenda y veo la última que utilicé, esa era, maldita memoria la mía.

Reviso la cuenta y efectivamente estaban consignados los 5.000, verificando la hora de la consignación me da a enterar que me demoré más en colgar el teléfono que él en consignar, muy bien ahora a trabajar, primero a investigar quién es en realidad, todos sus movimientos, qué personas frecuenta, busco en Internet todo sobre mi objetivo, Werdan Borden.

Como pensé es dueño de varios hoteles y casinos de la ciudad, accionista de varias empresas multinacionales, frecuenta personas importantes, ha ganado premios como empresario del año, ha realizado múltiples donaciones a orfanatos, víctimas de algún desastre, en fin, eso me da a deducir que está más protegido que el mismo presidente. En las fotografías se ve a un hombre de altura mediana, piel morena, pelo corto y negro. Tiene una mansión en el lado oeste de la ciudad de aproximadamente unas diez hectáreas, dieciocho cuartos, piscina, cancha de tenis, entre otras cosas. No me quiero imaginar qué tipo de seguridad manejará, pero algo es seguro no podré realizar mi trabajo en ese lugar, tendré que investigar un poco más a fondo.